Hola, me llamo Rodica. Soy madre de un niño de 8 años que necesita terapia conductual. Nuestra historia es triste y feliz a la vez. Cuando el niño tenía un año y tres meses, me separé de su padre porque se estaba volviendo cada vez más violento. Ya no pagaba nada en casa y con un bebé yo había acabado manteniendo toda la casa. Decidí dejarlo y proteger al niño del maltrato. Desde 2019 he demandado a su padre en el juzgado para obtener la custodia y la pensión alimenticia. El juzgado decidió que tendríamos la custodia compartida con derecho del padre a poder llevarse al niño a partir de los 6 años dos fines de semana al mes. Desde que empezó a llevárselo, mi hijo empezó a tener un comportamiento desviado, a volverse violento tanto física como verbalmente. Cuando propuse terapia para el niño, el padre no dio su consentimiento y de nuevo acudí al juzgado para poder obtener el consentimiento. El padre sigue poniéndolo en mi contra y desviándolo del curso normal de la vida. Mi hijo sufre mucho y sin terapia y apoyo no puedo combatirlo. Ni siquiera ahora recibo apoyo económico o emocional de él. El niño está desorientado y necesita terapia urgentemente. Está expuesto a malas palabras, alcohol y otras sustancias que consume su padre. Trabajo 10 horas al día para poder pagar un abogado y la terapia, pero ya no tengo fuerzas para continuar con todo esto. Por eso recurro a la bondad de la gente para que me ayude. Era tan feliz antes de que su padre llegara a su vida... ¡Que Dios os bendiga a todos!