(Las fotos del álbum son sólo algunos de los animales que he salvado a lo largo de los años).

La situación de los animales vagabundos en Rumanía sigue siendo desgarradora. Aunque en los últimos años se han dado pequeños pasos, la realidad es que aún estamos lejos de resolver este problema doloroso y profundamente arraigado. La inmensa mayoría de los avances no han venido de las instituciones, sino de la gente corriente, gente que sencillamente no podía apartarse de los animales necesitados.

A pesar de los innumerables llamamientos y protestas, las autoridades locales siguen ignorando la crisis, con sólo un puñado de excepciones. La responsabilidad se ha dejado injustamente en manos de particulares y voluntarios, personas con recursos limitados y sin poder real para crear un cambio duradero. Es abrumador e insostenible.

No puedo pasar por delante de un animal sufriendo. No puedo fingir que no veo el sufrimiento. Pero la compasión por sí sola no basta: necesitamos actuar. Necesitamos prevención. Y la solución más eficaz y humana es la esterilización.

Mi objetivo es esterilizar a 100 perros en nuestro pueblo. Sólo esto evitará cientos de futuros nacimientos en el abandono y la miseria, y aliviará la carga de los que ya luchan por ayudar a los animales que están aquí ahora.

Cada intervención cuesta unos 50 dólares. Espero recaudar la mitad de esa cantidad, nosólo para financiar esta campaña, sino para enviar un mensaje claro a las autoridades: la responsabilidad de resolver este problema no puede recaer eternamente en el público. Necesitamos su implicación, su financiación y su responsabilidad.

Esto es más que una campaña de recaudación de fondos: es un primer paso para presionar a quienes ostentan el poder para que hagan por fin su parte.

Incluso un pequeño donativo puede ayudar a salvar vidas y abogar por soluciones reales a largo plazo.

Si no puedes donar, por favor, comparte. Cuantas más voces se unan a esta causa, más difícil será ignorarla.

Gracias por tu corazón, tu ayuda y tu esperanza. Juntos podemos romper el ciclo y demostrar que merece la pena luchar por estas vidas.