"No soy sólo un diagnóstico. Soy una persona".

Me llamo Petya , tengo 21 años. Hace unos 8 meses mi vida dio un vuelco: escuché esas palabras que nadie quiere oír:

"Tienes cáncer".

Cáncer de pelvis. La cirugía es imposible, el riesgo es demasiado grande: parálisis o incluso la muerte. Sólo tenía una opción: luchar. Con fuerza. Con lágrimas. Con esperanza.

Pero la enfermedad no solo se llevó mi salud. También se llevó a parte de mi gente. Mucha gente empezó a evitarme, no porque no me quisieran, sino porque no sabían cómo afrontarlo. Y yo solo quería quedarme con alguien.

No quiero estar sola. No quiero sentirme invisible. Todavía estoy aquí. Mi corazón sigue latiendo. Mi alma sigue soñando.

Me encanta la naturaleza. Me encanta pasear a mis perros. Ver carreras de coches y motos, sentir la emoción de la vida. Me encanta la música. Viajar. Los momentos sencillos que me hacen feliz.

Mi vida tiene sentido. Y merece la pena.

Te escribo hoy porque necesito ayuda.

Mi tratamiento es caro. La esperanza - aún más preciosa.

Si puedes y estás dispuesto a echarme una mano - significará todo para mí.

Cuenta de donación:

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Destinatario.

No sientas pena por mí. Cree en mí.

Hagamos juntos posible el milagro.

Gracias.