Un llamamiento a la esperanza, la dignidad y la curación en el corazón de una comunidad olvidada

Queridos amigos con buen corazón y calor en el alma

Todos tenemos derecho a la salud, a la seguridad y a la dignidad de recibir atención cuando la necesitamos. Sin embargo, para muchos de los pueblos que viven en zonas remotas de Rumanía, el acceso a estas necesidades básicas sigue siendo un sueño lejano. Aquí, en medio de una comunidad anciana y vulnerable, muchas personas se enfrentan cada día a la enfermedad y el sufrimiento sin esperanza de recibir ayuda.

Nosotros, Esthera y Andrew, una familia de dedicados profesionales sanitarios, queremos cambiar esta realidad. Mi esposa, médico con doble especialidad en medicina de familia y cuidados intensivos, y yo, enfermero general licenciado, hemos decidido unir nuestras vidas y vocaciones para llevar alivio y cuidados a quienes necesitan ayuda desesperadamente. Nos motiva nuestra pasión por la ayuda incondicional y el deseo de estar cerca de estas personas, escucharlas, animarlas y garantizar su acceso a la atención médica.

Nuestro sueño es abrir un consultorio médico dedicado a esta comunidad y ofrecer consultas a domicilio a aquellos que, debido a las condiciones económicas y al aislamiento, no tienen la posibilidad de acudir a un médico. No se trata sólo de un proyecto médico, sino de un pacto de solidaridad y humanidad. Para muchas de estas personas, incluso una simple visita médica puede significar una nueva oportunidad en la vida, un rayo de esperanza y una mano amiga cuando más lo necesitan.

Para hacer realidad este sueño, necesitamos su apoyo. En una zona como ésta, el acceso es difícil y el transporte seguro y los equipos médicos son esenciales. Queremos comprar un vehículo todoterreno y una ambulancia dotada del equipo necesario para llegar donde más se necesita, pero también para prestar la atención adecuada in situ. Por desgracia, nuestros ingresos no nos permiten adquirir estos recursos esenciales.

Por ello, apelamos a su bondad y generosidad, a su deseo de contribuir juntos a un cambio real y profundo. Cualquier donación, por pequeña que sea, es un paso adelante para garantizar la salud y la dignidad de estas personas. Con su ayuda, podemos darles no sólo atención médica, sino la esperanza de que no están olvidados, de que forman parte de una comunidad más amplia que les apoya.

Gracias de todo corazón por elegir acompañarnos en esta misión. Juntos podemos llevar luz y curación allí donde el dolor y el aislamiento parecen reinar. Te invitamos a formar parte de este cambio y a ayudar a hacer realidad este sueño.

Con profunda gratitud.