Durante nuestro viaje a Tanzania, conocimos a Isaya,un hombre que vive como si el sol brillara sólo para él. Su sonrisa, sus conocimientos y su optimismo son contagiosos, e incluso los mayores sabios podrían aprender de él a ser pacientes.

Isaya respondió pacientemente incluso a nuestras preguntas más tontas, describió vívidamente los hábitos de los animales que encontramos, compartió cuentos y leyendas locales y siempre supo dónde roncan más fuerte los leones y dónde vagan las hienas por la noche. Enseguida pensé que debía de ser licenciado en zoología: suconocimiento de la fauna y los ecosistemas era tan impresionante que podría dar clases en una universidad.

Pero resulta que procede de un pequeño pueblo y ha adquirido sus conocimientos tras años de experiencia: primero como agricultor de batatas, cacahuetes y girasoles; luego como mecánico, donde aprendió a conducir vehículos; y más tarde como guarda forestal en parques nacionales. En los últimos 10 años ha trabajado en turismo, contratado por varias empresas por un sueldo mínimo para mantener a su familia y a seis perros.

Para convertirse en guía independiente, Isaya tiene que comprarse un Land Cruiser de 60 años. Sí, has leído bien, no el último modelo, sino un auténtico veterano capaz de sobrevivir a cualquier carretera africana (o a la falta de ella).

Y aquí es donde empieza el choque cultural. En Tanzania, el trabajo duro, aunque esencial, a menudo no es suficiente para alcanzar los sueños. Lo que en Europa podría parecer sólo cuestión de unos pocos préstamos o ahorros es casi imposible para él. A pesar de años de sacrificios y dedicación, este objetivo sigue estando fuera de su alcance (aunque ha conseguido ahorrar la mitad, ¡lo cual es una hazaña increíble!).

Para nosotros, este sueño está al alcance de la mano; para él, es como escalar el Everest. Y todos sabemos que una persona con tanta determinación merece apoyo. Imaginemos a Isaya en su "nuevo" Land Cruiser, con una sonrisa de oreja a oreja, explicando a los turistas por qué las cebras y los burros son primos.

Cada euro, dólar o PLN acerca a Isaya a su objetivo. Hagamos que nuestro apoyo sea el combustible de su sueño, ¡literal y figuradamente!

Juntos podemos ayudar a cumplir su sueño a una persona que realmente destaca entre la multitud. Gracias de todo corazón por cada donación, ¡incluso por la más pequeña!