Bailar para hacer realidad el sueño

Cuando llegué a Berlín por primera vez, me paré frente al Muro de Berlín e hice una foto. Detrás de mí, un mural con las palabras Bailando hacia la libertad. No tenía ni idea de adónde me llevaría la vida. Todo lo que sabía era que tenía que seguir mis pies y confiar en mi intuición.

La danza se convirtió en mi ancla. Me ayudó a sobrevivir, a despertar, a reconectar. Me sostuvo a través del caos y la belleza de la vida. A medida que mi camino se desarrollaba -guiada por un anhelo espiritual y un profundo deseo de libertad- viajé por el mundo, buscando y aprendiendo. Conocí a sabios maestros y valientes compañeros. Uno de ellos fue Anna Halprin, cuya plataforma de danza sagrada en California despertó en mí algo salvaje y decidido. Aquel encuentro plantó una semilla, una semilla que susurraba: Quizá algún día... construya mi propia pista de baile.

Durante mucho tiempo, ese sueño me pareció demasiado grande, demasiado poco realista. Pero ahora, después de años de enseñar, crear y sanar junto a otros, siento que el suelo bajo esta visión se hace realidad.

Este proyecto, esta pista de baile, no consiste sólo en construir una estructura. Se trata de crear un espacio para una relación correcta: con nosotros mismos, con los demás y con la Tierra. En un mundo que a menudo se siente fracturado y desconectado, creo de todo corazón que la forma en que nos relacionamos es importante. La danza -con su capacidad para suavizar las defensas, despertar la empatía y reavivar la vitalidad- es uno de los más poderosos facilitadores de la conexión que tenemos.

Imagino esta pista enclavada en la belleza salvaje de Corfú, abierta al cielo, rodeada de olivos y brisa marina. Un lugar donde nos reunimos para movernos, sentir y crear. Donde la danza, las artes visuales y la investigación basada en el movimiento se encuentran en el fértil espacio intermedio, entre el silencio y el sonido, entre el dolor y la alegría, entre lo personal y lo colectivo.

Será un lugar para talleres, rituales, entrenamientos de encarnación, expresión creativa y trabajo íntimo individual y en pareja. Un espacio en el que el cuerpo se convierte tanto en el lienzo como en el guía. Donde podamos recordar que pertenecemos a nosotros mismos, a los demás y a algo más grande que todos nosotros.

Pido tu apoyo para hacer realidad este sueño. Sus donaciones ayudarán a construir el suelo y el espacio circundante que albergará estas futuras ofertas. Pero más allá del material, tu apoyo -compartiendo, dando o simplemente siendo testigo- ayuda a construir la comunidad a la que este proyecto anhela servir.

Juntos, hagamos realidad este sueño.