Mi pareja se quitó la vida trágicamente en diciembre de 2022 tras una larga enfermedad, que incluyó una operación de trasplante de hígado en 2019 y daños neurológicos posteriores que le dejaron incapaz de caminar sin ayuda, hablar con claridad y sufrir intensos dolores nerviosos. Estuve a su lado en todo momento. Llevó pañales durante mucho tiempo, y yo salía corriendo del trabajo varias veces al día solo para mantenerlo limpio y cómodo.

Cuando falleció, tuve que pagar sus deudas y las mías. Además, intento mantener a mis ancianos padres, que sobreviven con una pensión conjunta de sólo 500 euros. Mi padre tiene 81 años y sigue buscando trabajo, pero cuando lo consigue, enseguida se da cuenta de que ya no puede ser productivo.

También cuido de dos perros ancianos y cuatro gatos. Los rescaté a todos de condiciones terribles y no pude encontrarles buenos hogares cuando eran más jóvenes. Ahora, mis perros necesitan tratamiento continuo por problemas de corazón, páncreas e hígado, y las facturas veterinarias me han dejado sin dinero.

En resumen, lo doy todo para ayudar a los necesitados, pero he llegado a un punto en el que no tengo ni para comer: mi cuenta bancaria está bloqueada, mi sueldo se ha reducido a la mitad y no puedo pagar mis facturas ni comprar comida. Pido ayuda con la esperanza de que alguien se dé cuenta de mi situación y me ofrezca la más mínima ayuda.

Pido 10.000 euros para desbloquear mis cuentas y darme la oportunidad de reconstruir mi vida. Cada euro cuenta, y tu ayuda podría cambiar mi vida de verdad.