Me llamo Laura y padezco malformación venosa y trombosis venosa profunda desde que nací. Durante años he controlado mi enfermedad con medicación diaria (anticoagulantes, analgésicos, vitaminas) y revisiones médicas periódicas. Pero ahora, sin seguro ni ingresos, no puedo permitirme los medicamentos, los análisis de sangre ni siquiera el alivio básico del dolor. El calor del verano ha empeorado las cosas y mis síntomas se han vuelto insoportables. Me duele constantemente el brazo izquierdo, desde la punta de los dedos hasta el cuello, y lo llevo en cabestrillo. Me cuesta respirar, no puedo moverme bien e incluso tareas sencillas como preparar una comida o atarme el pelo me resultan imposibles. El dolor es abrumador y sé que, sin tratamiento, mi vida corre peligro... otra vez.

Hasta hace poco, contaba con el apoyo de mi familia y mis amigos, pero tras perder mi trabajo y quedarme sin hogar, duermo donde puedo. Mis seres queridos se enfrentan a sus propias emergencias y ya no pueden ayudarme. He intentado encontrar trabajo, pero mi discapacidad lo hace casi imposible, y de algún modo no tengo derecho a las ayudas del gobierno. Llevo varios días sin comer en condiciones y no tengo dinero ni para medicamentos ni para comida. Necesito análisis de sangre urgentes para saber si tengo que ir a urgencias, porque ei probable que lo necesite, pero podrían decir que tengo pánico sin ellos, cuando no es así, y necesito analgésicos y vitaminas para controlar mis síntomas. Si consigo la ayuda que necesito, espero recuperar algo de independencia, asistir a entrevistas de trabajo y volver a conectar con mis amigos. Ahora mismo, me siento aislado y solo, pero con su apoyo, creo que podré superarlo y empezar a reconstruir mi vida.