Estimados lectores,

Me gustaría compartir con ustedes la experiencia de mi hija Florina Puzsoma con la PTI (púrpura trombocitopénica inmunitaria), una enfermedad crónica que lleva marcando nuestra vida cotidiana desde hace aproximadamente un año. Por desgracia, esta enfermedad no solo afecta a la vida de Florina, sino también a la de toda nuestra familia, ya que requiere atención y cuidados constantes.

La enfermedad de Florina ha ido de mal en peor. Hay momentos en que los síntomas parecen remitir, pero es fácil que una complicación inesperada vuelva a dificultar la vida cotidiana. Un recuento bajo de plaquetas requiere controles médicos continuos, que realizamos en Debrecen. El viaje es de más de 130 kilómetros, lo que no sólo nos lleva mucho tiempo, sino que también nos supone una carga económica.

Cada vez que nos preparamos para ir a Debrecen, nuestros corazones están llenos de preocupación, pero también hay esperanza de que los médicos puedan dar otro paso adelante en el tratamiento de Florina. Las revisiones periódicas y el contacto con los especialistas son esenciales para hacer frente a esta difícil situación. Por desgracia, nuestras circunstancias económicas no siempre nos permiten este tipo de cuidados y ahora tenemos que pedir ayuda a la comunidad.

Por ello, nos gustaría pedir ayuda económica para cubrir los gastos de tratamiento y desplazamiento. Cada céntimo nos acercará más a la mejora de la salud de Florina, para que al menos podamos respirar aliviados en estos momentos difíciles.

Gracias a todos los que estáis contribuyendo a la recuperación de mi hija y gracias por vuestra comprensión y apoyo.

Con mucho cariño,

Madre de Florina