Hola, mi nombre es Luciana, y en mi corazón vive una gran familia peluda formada por 11 perros y 3 gatos, cada uno con una historia única. Cada uno de ellos fue rescatado de situaciones difíciles, y ahora son parte de mi familia. Esta es nuestra historia.

La primera alma que cambió mi vida fue Piki, mi primer perro, que llegó a mí hace 10 años. Mi intención era encontrarle una familia cariñosa, pero de alguna manera, se convirtió en parte de mi vida. Es el miembro más sabio y cariñoso de la familia y el corazón de nuestro hogar.

Luego llegó Jojo, hace 10 años. La arrojaron directamente a mi jardín. Aunque estaba abandonada, supe que le daría una vida mejor. Después de Jojo, Sara corrió delante de mi coche, pequeña y asustada, en una carretera forestal. No podía dejarla allí. La traje a casa y ahora es mi sombra, me sigue a todas partes.

Bela, una perrita valiente, apareció en mi puerta hace 5 años. Lloró hasta que la dejé entrar. Hace dos meses se convirtió en madre de cuatro preciosos cachorros, que ahora también forman parte de nuestra familia.

Encontré a Jesie en un campo, en un estado difícil de describir: cubierta de garrapatas y pulgas, casi sin pelo y extremadamente débil. Cuidar de ella fue una batalla, pero mereció la pena en todo momento.

ABety, en cambio, la rescataron una noche de tormenta. Temblaba de frío, estaba escondida en un arbusto, empapada y hambrienta. Pasó por momentos difíciles, incluso sobrevivió al parvovirus, pero luchó contra todo. Hoy es uno de los miembros más juguetones de la familia.

Después de estos maravillosos perros vinieron los tres gatitos, encontrados en un aparcamiento. Al principio eran cuatro, pero uno ya había sido atropellado cuando los encontré. Me llevé a los otros tres a casa y les di un refugio seguro y cariñoso.

El miembro adulto más reciente de nuestra familia es Rex, que pasó los primeros meses de su vida encadenado, alimentado solo con pan y agua. También le pegaban a menudo. Ahora es libre, querido y forma parte de nuestra familia.

Por último, nuestra historia se completa con los cuatro cachorros de Bela, nacidos hace dos meses. No pude darlos en adopción porque cada alma que entra en nuestra familia encuentra aquí su lugar.

Esta gran familia es mi vida. Dedico cada día a su cuidado, proporcionándoles comida, tratamientos y mucho amor. Sin embargo, mis recursos son limitados y sus necesidades son grandes. Ya no puedo arreglármelas sola, y me dirijo a vosotros, personas de buen corazón, para que me ayudéis a darles una buena vida.

• Donaciones económicas, destinadas exclusivamente a comida y tratamientos médicos.
• Comida para perros y gatos: cualquier cosa es bienvenida.
• Recursos o artículos que puedan mejorar su vida diaria.

¡Gracias de corazón!

Quiero darte las gracias de antemano por leer nuestra historia y por cualquier pequeña ayuda que puedas ofrecer. Cada donativo, cada bolsa de comida y cada difusión de esta historia pueden marcar una gran diferencia en la vida de estas almas.

Juntos podemos darles una vida mejor y demostrarles que no todos los seres humanos son crueles. Tu generosidad es su esperanza.

Con gratitud,

Luciana