Somos una familia ucraniana con raíces polacas. Justo antes de la guerra, conseguimos vender nuestra casa en Kherson, y todo el dinero que recibimos lo utilizamos para comprar una casa en Polonia, con la ayuda de una hipoteca.

Al estallar la guerra, nuestra ciudad natal fue ocupada. Mi hermana, su hija y sus dos gatos tuvieron que huir de Kherson y se reunieron con nosotros en Polonia. Con su llegada, el coste de mantener a toda la familia aumentó considerablemente.

Durante algún tiempo, perdí mi empleo, y el nuevo trabajo que encontré era inestable, con unos ingresos demasiado bajos para cubrir todos nuestros gastos. Fue entonces cuando empezó a crecer la deuda: éramos incapaces de seguir pagando la hipoteca y las facturas de la casa.

Hoy hacemos todo lo que podemos: todos los que pueden trabajan. Podemos hacer frente a las facturas mensuales actuales, pero no podemos pagar la deuda que se acumuló durante aquella época difícil. Cada mes es una lucha para mantener nuestra casa y garantizar la seguridad de nuestra familia.

Mi sobrino va a la escuela en Polonia, mi sobrina acaba de graduarse en la universidad y nuestra madre, jubilada, está cada vez más preocupada por el futuro. Temo profundamente que, por culpa de mis errores, nuestra familia pueda perderlo todo.

Les pedimos sinceramente su ayuda. Cada contribución, incluso la más pequeña, nos da la esperanza de que no perderemos el techo sobre nuestras cabezas y de que podremos sobrevivir juntos a este difícil momento.

Gracias de todo corazón por cada alma bondadosa y cada mano amiga.