Con gran pesar nos dirigimos a ustedes en busca de ayuda. Nuestra casa, donde vivimos con nuestros seres queridos, se ha quedado sin calefacción. Nuestra caldera de condensación, que nos ha servido fielmente durante más de 20 años, finalmente se ha rendido. Según la valoración del especialista, ya no es posible repararla, por lo que la compra de un nuevo aparato es inevitable.

Sabemos que mucha gente atraviesa dificultades económicas en estos momentos, pero esta situación supone un reto especialmente grande para nosotros. Los costes de sustitución de la caldera -incluidos el precio del aparato, los costes de mano de obra y los derechos de licencia- ascienden a una suma que actualmente no podemos permitirnos. Con la llegada del invierno, cada vez es más urgente encontrar una solución.

Por eso hemos creado esta campaña de recaudación de fondos. Cada forint que dones nos acerca más a volver a tener un hogar caliente. Creemos en el poder de la comunidad y confiamos en que, con tu ayuda, pronto podremos volver a calentar nuestra casa y vivir nuestra vida cotidiana sin preocupaciones.

Agradecemos todo el apoyo, por pequeño que sea. ¡Gracias por escucharnos!