Cada tercera mujer en Letonia (30,1%) ha sufrido violencia psicológica, física y/o sexual por parte de su pareja.

Sí, en 2024 Letonia ratificó por fin el Convenio de Estambul. Pero, ¿cómo funciona eso en la vida real? Sinceramente, yo diría que solo un 10% ve algún cambio real. Cuando se trata de abuso emocional, un 0%. ¿Por qué estoy tan seguro de esto? Por mi propia experiencia personal.

Viví nueve años de violencia psicológica con episodios de maltrato físico. Puedo decirlo claramente: el maltrato psicológico deja las cicatrices más profundas.

La gente siempre dice: "Déjalo, huye, vete...". Y piensas en ello todos los días. Intentas encontrar un trabajo mejor pagado, pero fracasas, a menudo porque te han destrozado la autoestima. Levantarse, pedazo a pedazo, no es fácil.

Los fracasos se suceden. Fracasas en los tribunales porque la mayoría de las mujeres no pueden permitirse asistencia jurídica. Muchas ni siquiera pueden permitirse dejar al maltratador y empezar a alquilar una casa. Las pensiones alimenticias son una broma, porque muchos de esos hombres trabajan ilegalmente o están en el extranjero. Y en todas partes sigue imperando la mentalidad postsoviética.

Estas son las principales razones por las que tantas víctimas callan. Conozco personalmente al menos a cinco mujeres así. No son sólo datos, es la vida real. Con las herramientas y el apoyo adecuados, estas mujeres pueden levantarse, reconstruirse y recuperar sus vidas.

No hay cursos que les ayuden a conseguir mejores opciones profesionales. Y, desde luego, no hay ayuda psicológica real, ni para ellas ni para sus hijos. Sí, hay algunos centros de crisis donde pueden esconderse un tiempo y recibir apoyo de trabajadores sociales. Pero, ¿te da eso una sensación de poder? No. ¿Te ayuda a recuperar la confianza en ti misma? En absoluto.

Acabas sintiéndote aún más avergonzada, sobre todo porque muchos de los episodios ocurren cuando los niños no están cerca. Estos hombres son listos. Lo ocultan. O les lavan el cerebro a los niños.

Espero escribir algún día un buen libro sobre todo esto.

Te invito a alzar la voz, a apoyar una nueva forma de ayudar a las mujeres. Ayuda de verdad.

Démosles las herramientas reales que necesitan. En primer lugar, enséñenles a reconocer todas las señales de alarma, porque créanme, no se desvanecerán. Sólo se hacen más fuertes y más peligrosas.

Cada situación es diferente, pero a menudo hay niños implicados. Por eso tenemos que proporcionar apoyo financiero, como cobertura de alquiler durante tres meses. Inmediatamente después de salir, debe haber cero contacto con el abusador. Se acabó el bombardeo amoroso y la manipulación: la comunicación sólo debe versar sobre el apoyo económico a los hijos.

Luego viene el siguiente paso esencial: apoyo psicológico obligatorio para toda la familia superviviente. Sesiones regulares para recuperar la confianza en uno mismo. Centrarse en el futuro. Centrarse en las necesidades de los hijos. Centrarse en el desarrollo profesional. Y más, y más.

El coste mínimo para ayudar a una víctima ronda los 2.000 euros.

Tras lograr cierto éxito, mi plan es crear un proyecto a gran escala: cooperar con inversores, propietarios de edificios de apartamentos y programas de financiación de la UE. Construir nuevas viviendas con alquileres asequibles para mujeres que vuelven a empezar.

Si podemos liberarnos de la mentalidad de la época de la URSS, nuestra próxima generación crecerá con un sano sentido de la autoestima y una clara comprensión de los derechos humanos.

¡Gracias por el apoyo a un futuro mejor!

Un futuro en el que las mujeres y los niños vivan sin miedo.

Un futuro forjado no por el silencio, sino por la acción.

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