"RESPIRA: Un cortometraje para los que no dejan de luchar"

Hola, me llamo Vincenzo y he escrito esta historia.

Hoy os pido que apoyéis un proyecto que me toca muy de cerca: RESPIRO, un cortometraje dedicado a un amigo, un cineasta que creía en el poder de las historias pero que no llegó a contar la suya.

Esta historia es para él. Y para todos los que, cada día, luchan por existir en un mundo que mide el valor de las personas por lo que producen y consumen.

LA HISTORIA

RESPIRO narra la vida de un hombre aplastado por el peso de la sociedad: entre deudas, trabajo precario y la presión de tener que "rendir" siempre, siente que no vale nada. Pero hay una luz que no se apaga: el amor por su hijo.

Es una historia de resistencia, de esperanza, de lucha. Un canto a la vida que no se rinde, a pesar de todo.

¿POR QUÉ ESTE PROYECTO?

1. Un homenaje a Marko: Este cortometraje está dedicado a un artista que creía en la luz más allá de las sombras. Queremos hacer realidad el sueño que él no pudo vivir.

2. Un mensaje universal: RESPIRO habla a cualquiera que alguna vez se haya sentido invisible, aplastado, solo. Es un grito contra la indiferencia.

3. Sin ánimo de lucro, sólo profesionalidad: Todos los fondos recaudados se destinarán a pagar a los profesionales implicados (actores, cámaras, montadores, localización, alquiler de material...), porque el trabajo siempre debe valorarse.

¿CÓMO SE UTILIZARÁN LOS FONDOS?

- Preproducción: Casting, localizaciones.

- Producción: Equipamiento, decorados, vestuario, actores, técnicos.

- Postproducción: Montaje, banda sonora, corrección de color.

RECOMPENSAS PARA LOS DONANTES

- Agradecimiento en los créditos.

- Oportunidad de participar en uno de los muchos papeles del plató.

SÚMATE

Cada euro donado es un paso hacia la realización de este sueño. No sólo estás apoyando una película: estás ayudando a contar una historia que pertenece a todos.

Contribuye ahora y forma parte de RESPIRO.

Las historias no mueren. Se convierten en puentes. Crucémoslos juntos.

Gracias por creer en RESPIRO.

Con gratitud,

Vincenzo