Mi madre, de 71 años, ingresó en el hospital en 2018 para someterse a una operación de prótesis de rodilla. Durante la operación y en los días posteriores, sufrió una grave pérdida de sangre, que no se repuso a tiempo. Esto provocó una falta de oxígeno y, como consecuencia, también sufrió un ictus. Desde entonces, mi madre vive con afasia: ha perdido la capacidad de hablar y comunicarse, y su movilidad también está gravemente limitada. La foto en la que está recogiendo rosas se tomó en 2022 y, por desgracia, su estado ha ido empeorando desde entonces. Ahora vive con un catéter y necesita cuidados a tiempo completo. Ya no puede comer ni beber por sí misma.

Mi padre tiene 72 años y la cuida en casa con un amor y una fuerza extraordinarios. La alimenta, le da de beber, la saca a pasear, se ocupa de su higiene diaria y la lleva al médico casi todas las semanas. Por la noche, a menudo tiene que despertarse varias veces para ayudarla. Todo esto intenta arreglárselas con una pequeña pensión, pero lo que lo hace aún más difícil es que él mismo sufrió un grave infarto hace años y ahora vive con múltiples medicamentos y una debilidad frecuente.

Yo trabajo en Budapest y ellos viven en Szentes (Hungría). Viajo a casa y ayudo en todo lo que puedo, pero por desgracia no siempre puedo estar a su lado. Por eso quiero aliviar la carga de mi padre contratando a un cuidador profesional durante 7 horas a la semana.

La cantidad que pedimos cubriría el coste de estos cuidados durante un año. Cada donación, por pequeña que sea, nos acerca más a conseguir que mi padre no tenga que cargar solo con esta enorme responsabilidad, y que mi madre pueda recibir los mejores cuidados que podamos proporcionarle.

Gracias por su ayuda. ❤️