La razón por la que quiero intentarlo, es porque la generación adulta, los mayores, lo tienen y no quieren renunciar a ello, forma parte de la lógica patriarcal y vertical de los de arriba que nunca tienen nada que pedir a los jóvenes. Hablo como exponente de esta generación ya adulta que intenta abrirse camino, porque no todo el mundo nace en oro, y para nosotros, la generación joven, no hay muchas oportunidades de crecer e invertir en el futuro. Lo que hay es una tendencia a sustituirlo en lugar de mejorarlo e invertir en él para crecer. Os hago un llamamiento para que dejéis que los jóvenes tomen las riendas, nosotros, ellos, somos la mayoría, somos los que heredaremos lo que un día vosotros dejaréis atrás, puestos de trabajo, actividades, todo . Debemos y tenemos la capacidad y la conciencia para hacerlo; también os propongo que les apoyéis y nos apoyéis, no para imponer o quitar ideas y esfuerzos, sino para darnos apoyo incondicional, consejo, como un padre ayuda a su hijo, ya que desea su éxito y que este trabajo beneficie a toda la sociedad. El mundo no está hecho de buenos y malos, la sociedad del futuro no es la de la venganza, sino la de la cooperación.

Tengo 30 años y muchas ganas de redimirme, no tengo fondos para empezar, pero sí una gran pasión por mi trabajo en el sector del turismo y la hostelería, con años de experiencia como recepcionista. Me apasiona este trabajo y como mujer con un niño de casi dos años que estudia e intenta mantenerse, dados los tiempos que corren, me gustaría montar algo para todos, pero especialmente para familias con niños y madres recientes que no tienen forma de disfrutar de unas vacaciones con sus hijos. Lo que tenemos en nuestro territorio hay que aprovecharlo, no dejarlo morir. Hago un llamamiento a aquellos que tengan voluntad y dinero y quieran redimirse o lanzarse a algo existente y al mismo tiempo ayudar a los jóvenes, como en este caso yo, a volver a poner en marcha una actividad. Gracias por su atención.