¡Iluminemos juntos la Escuela de la Esperanza en Gaza!
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Apoya tu pasión. Con regularidad.
Texto original de Inglés traducido al Español
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Descripción
Queridos amigos
Me llamo Tereza Jirková y, como diplomada en trabajo social.
acepté encantada el reto de dirigir una recaudación de fondos para ayudar a sesenta niños de Gaza.
Estos niños, afectados por la guerra y el desplazamiento forzoso, necesitan nuestra ayuda. Creo que todos los niños tienen derecho a la educación, y estoy agradecida de poder contribuir a mejorar su futuro, aunque sólo sea en pequeña medida.
En el corazón del sufrimiento de Gaza, donde cada rincón está marcado por la destrucción, una luz extraordinaria brilla desde una pequeña tienda hecha jirones. Esta tienda no es sólo un refugio, sino una verdadera Escuela de la Esperanza. Me llamo Asmaa Khalil Abu Mandeel (42 años) y trabajo como maestra en el campo de refugiados de Maghazi. Cuando la guerra privó a muchos niños de su educación, decidí no dejar que el miedo y la ignorancia los consumieran. Junto con otros tres profesores, creamos una pequeña escuela improvisada -una tienda de campaña- donde enseñamos a los niños con recursos limitados. Utilizamos pizarras viejas y nos sentamos en el suelo, pero nuestra determinación sigue inquebrantable.
Cada día, sesenta niños aprenden aquí a leer, escribir y volver a soñar. Sin embargo, la tienda tiene muchos problemas: gotea, faltan mesas, cuadernos y electricidad. Aun así, los niños vienen día tras día con los ojos llenos de esperanza. Soñamos con transformar algún día esta tienda en un aula de verdad: segura, acogedora y equipada con todo lo que los niños necesitan para aprender. Tu ayuda significaría para nosotros algo más que apoyo material.
Significaría esperanza y un futuro para sesenta niños que han sido arrancados de sus hogares por la guerra.
Contribuye hoy a la Escuela de la Esperanza y devuelve a los niños la fuerza para vivir.
Queridos amigos.
Me llamo Tereza Jirkova y, como estudiante graduada en trabajo social, acepté encantada el reto de dirigir una recaudación de fondos para ayudar a sesenta niños de Gaza. Estos niños, afectados por la guerra y el desplazamiento forzoso, necesitan nuestra ayuda.
Creo que todos los niños tienen derecho a una educación, y estoy agradecida de poder contribuir a mejorar su futuro, aunque sea en pequeña medida.
En medio del sufrimiento de Gaza, donde cada rincón está marcado por la destrucción, una luz extraordinaria emana de una pequeña tienda hecha jirones. Esta tienda no es sólo un refugio, sino una verdadera Escuela de la Esperanza.
Me llamo Asmaa Khalil Abu Mandeel (42 años) y trabajo como profesora en el campo de refugiados de Maghazi.
Cuando la guerra privó a muchos niños de educación, decidí no dejar que el miedo y la ignorancia los consumieran.
Junto con otros tres profesores, creamos una pequeña escuela improvisada: una tienda de campaña donde enseñamos a niños con recursos limitados. Utilizamos pizarras viejas y nos sentamos en el suelo, pero nuestra determinación sigue siendo inquebrantable.
Cada día, sesenta niños aprenden a leer, a escribir y a soñar de nuevo. Sin embargo, la tienda tiene muchos problemas: gotea, no hay pupitres, cuadernos ni electricidad. Aun así, los niños acuden día tras día con los ojos llenos de esperanza. Soñamos con convertir algún día esta tienda en un aula de verdad, segura, acogedora y equipada con todo lo que los niños necesitan para aprender.
Tu ayuda significaría para nosotros algo más que apoyo material.
Significa esperanza y un futuro para sesenta niños que han sido arrancados de sus hogares por la guerra.
Dona hoy a la Escuela de la Esperanza y devuelve a los niños la fuerza para vivir.
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