Me llamo Alex y junto con mi mujer, Nicoleta, y nuestro hijo, Alexandru, vivimos en Aldaia, Valencia.

El 29 de octubre de 2024, nuestra ciudad sufrió la peor inundación jamás registrada. Aunque nuestra casa salió relativamente ilesa, la inundación nos ocasionó importantes pérdidas y nos dejó en una situación extremadamente difícil.

Perdimos un coche, dos scooters y todo un trastero donde guardábamos lo esencial para la vida diaria: aspiradora, herramientas, alfombras, ropa de invierno, zapatos y mucho más. Estas pérdidas son devastadoras para nosotros, ya que ahora no tenemos medio de transporte y nos hemos quedado sin los artículos básicos que necesitábamos para seguir con nuestra vida diaria.

Estamos agradecidos por estar vivos y sanos, pero al mismo tiempo nos sentimos sumidos en una gran incertidumbre. La realidad es que no sabemos por dónde empezar a reconstruir lo que hemos perdido. En estos momentos, su ayuda es esencial si queremos recuperarnos y superar este periodo extremadamente difícil.

Los fondos recaudados se utilizarán para sustituir nuestro coche y un scooter, que eran nuestro principal medio de transporte, así como para comprar artículos de primera necesidad, como la ropa de invierno perdida y artículos de nuestro almacén. Con su ayuda, esperamos superar este difícil momento y reconstruir nuestras vidas paso a paso.

Gracias por cualquier ayuda, por pequeña que sea, que puedan ofrecernos. Cada donación supondrá una gran diferencia para nosotros.

Tengan en cuenta que no se trata de un pequeño gesto. En esta zona, sin vehículo no se puede ir a trabajar, comprar alimentos o encontrar ayuda. Todo lo que nos rodea está destruido y las tiendas no afectadas tienen las estanterías vacías. Tenemos que recorrer unos 40 kilómetros para encontrar lo que necesitamos.

Además, 70 ciudades se han visto afectadas y cientos de miles de coches han quedado destruidos. Incluso los que no lo han perdido todo están muy afectados.

Durante los primeros cuatro días después de las inundaciones, no tuvimos electricidad, ni gas, ni agua corriente, ni señal GSM en nuestros teléfonos. Ha sido una época extremadamente difícil, pero estamos contentos de haber salido vivos.