Me llamo Petra y estoy en un momento que debería estar lleno de alegría y expectación: estoy esperando un bebé. Actualmente estoy en mi cuarto mes de embarazo, pero en lugar de paz me enfrento a mucho estrés y miedo porque he acumulado deudas que ya no puedo gestionar por mí misma.

La vida me ha deparado en los últimos meses más pruebas de las que podía imaginar. Las deudas con Telekom y otros acreedores han superado los 870 euros, y tengo que pagar parte de ellas en los próximos días. Hago todo lo que puedo, pero no puedo hacerlo sin ayuda.

Vivimos en nuestra casa, así que no pagamos alquiler, pero sigue siendo una lucha cada mes cubrir todos los gastos. De momento vivo del sueldo de mi marido, que apenas alcanza para las necesidades básicas: comida, servicios, atención sanitaria. No me queda casi nada para pagar viejas deudas.

Mi madre ya no vive y, por desgracia, ni mi madrina ni mi hermana me echaron una mano cuando más lo necesitaba. Me quedé sola, y por eso recurro a gente buena que tenga corazón y comprensión.

Tengo muchas ganas de pasar este embarazo tranquila, sin miedo a que me embarguen o a perder el techo. No pido lujos, pido una oportunidad. La oportunidad de traer a mi hijo al mundo con seguridad y dignidad.

Cada euro me ayudará a superar el pasado y a prepararme para un nuevo comienzo. Gracias a todos los que decidan ayudar, ya sea económicamente o compartiendo este llamamiento. Vuestro apoyo significa para mí más de lo que las palabras pueden expresar.

Atentamente, Petra