E. es un gran trabajador. Es carpintero herrero, y para ganar un poco más para su familia (tiene mujer y cuatro hijos, el último de dieciséis meses) se ha especializado también en otras tareas, montando muebles, haciendo trabajos con el taladro y la soldadora, y llevando a cabo diversos tipos de reparaciones domésticas. Le he conocido personalmente y he solicitado su ayuda en varias ocasiones. Es una persona afable, educada, limpia, competente y servicial.

Hace unos días, E. se vio privado de todo su equipo profesional, se lo robaron de su coche aparcado en Catania a plena luz del día, rompiendo la ventanilla. Un daño de unos 5.000 euros y, sobre todo, un gran golpe para su negocio. E. tuvo que parar y avisar a sus clientes de que no podría cumplir sus compromisos.

Me gustaría ayudarle y os pido ayuda: sé muy bien que hay miles de situaciones difíciles, de familias indigentes y necesitadas: si ya lo hacéis por otros, con más razón haced algo también por E..

Esto no es caridad. Su orgullo no lo aceptaría y, de hecho, a él mismo le gustaría corresponder haciendo trabajos para los donantes por sumas equivalentes a las donadas, pero creo que no volvería a levantarse.

Sólo necesita una ayuda puntual para poder volver a trabajar como antes, doce o más horas al día, por media Sicilia.

Si somos muchos, no será difícil.

Y si necesitáis un cerrajero, un carpintero, algún trabajo de fontanería, de fijación de paredes, contactadme por privado: yo personalmente lo recomiendo y lo garantizo.

Gracias, por lo que podáis y queráis hacer por un padre de familia que sólo pide seguir trabajando.