Llevamos 9 meses enteros viviendo una revolución en Serbia. Tras la tragedia de Novi Sad, que se cobró 16 vidas (y la de un bebé nonato), los estudiantes desencadenaron una avalancha de cambios y, como Gandhi, se lanzaron a luchar contra el gobierno corrupto e ilegal y contra el Presidente. Las universidades están bloqueadas desde noviembre y los pedagogos fueron los primeros en ponerse a su lado, tanto en las escuelas primarias y secundarias como en las universidades. La mayoría de los profesores se reincorporaron a la enseñanza a las primeras de cambio y recuperaron el trabajo perdido, percibiendo la cantidad descontada, calculada ilegalmente por los directores según sus propios cálculos. Los más valientes y persistentes, y aquellos cuyo coraje no les permitía retroceder, permanecieron en huelga hasta enero y junio y no recuperaron el trabajo. Su salario se redujo drásticamente, poniendo en peligro su subsistencia, pero defendieron a los estudiantes con la conciencia tranquila. Sin que se vislumbre el final de la lucha, con manifestaciones diarias en todo el país, detenciones, niveles increíbles de anarquía, violencia, represión, estigmatización, castigos, despidos, etc., no está claro cuál será el desenlace. Demandar a las escuelas y al Estado ahora es muy arriesgado con un sistema judicial así, 3 años de prescripción, pero hay que buscarse la vida hasta entonces. ¡La ayuda significaría mucho para todos los que se han quedado sin cobrar y permitiría seguir luchando por un estado democrático montado para que por fin podamos vivir con normalidad aquí sin el Partido Progre y toda la corrupción! ¡Gracias de antemano!