Tengo 33 años, me han diagnosticado un trastorno esquizoafectivo y vivo con un pequeño subsidio por discapacidad, desatendida económicamente, en un hogar emocionalmente abusivo y tóxico, y bajo la opresión general y la falta de oportunidades en una pequeña ciudad de Rumanía. El TEA en adultos no se tiene en cuenta y la percepción o incluso la receptividad de esta noción en este país, desde el punto de vista médico, no existe. Sin embargo, recientemente he encontrado un médico que podría estar abierto a evaluar el TEA en adultos aquí. Sin embargo los costes de esto, siendo una oficina privada, y su localización, pueden extenderse a partir de 100 euros. Mi asignación es de menos de 100 euros al mes y mis gastos van a cosas como las necesidades básicas y los gastos de viaje.

Por eso me veo obligada a dar prioridad a mis pruebas y tratamientos médicos mensuales, y muchas de mis otras enfermedades quedan sin investigar ni tratar. Necesito pruebas para examinar mi intestino, ya que padezco el síndrome del intestino irritable y actualmente no sigo ningún tratamiento recomendado, y las pruebas pueden ser bastante caras, a partir de 50 euros.

Mis necesidades médicas incluyen:

Una afección de nariz y garganta de larga duración (rinitis crónica) que ha permanecido sin control ni tratamiento durante los últimos 6 meses por lo menos y necesito una endoscopia para eso, que cuesta alrededor de 50-60 euros.

Dolor de espalda y enfermedad degenerativa discal lumbar y cervical que puedo someter a fisioterapia que en su mayor parte compensa el sistema público de salud, sin embargo, necesito tomar clases de natación para controlarlo mejor. He hecho ejercicios suaves en mi propia casa, que han mejorado mucho mi dolor y mi movilidad, y he probado a correr, pero esto último puede ser perjudicial para mi espalda y suelo necesitar mucho tiempo para recuperarme, lo que dificulta su práctica. El ejercicio es esencial para controlar y regular mi salud mental.

Mis necesidades especiales en cuanto a alimentación para mi SII, para mi sistema nervioso y mi cerebro están totalmente desatendidas y se me niega la autonomía e independencia de tener una asignación que pueda utilizar para mis propias compras de comida; muchas veces he pasado hambre por la necesidad de evitar los síntomas del SII.

SII: enfermedad de larga duración estrechamente relacionada con mi salud mental, pero debido a que dependo económicamente de otra persona, rara vez elijo mis propios alimentos y tengo una dieta deficiente. Para mi SII necesito pruebas que pueden costar a partir de 50 euros para aclarar mis necesidades y mi tratamiento.

He empezado a hacer videos en youtube donde hablo de mis experiencias como alguien con una condición de salud mental en este país y cómo las mentalidades y las narrativas y los modelos médicos no ayudan o capacitan verdadera y legítimamente a las personas que viven con discapacidades invisibles, que viven con una forma de TEA o neurodiversidad y así sucesivamente. Mi intención es obtener claridad y reafirmación de mis diagnósticos, y espero ser una voz de cambio para el enfoque de este país y la integración de la salud mental y de los que sufren no sólo por sus condiciones, sino por las estructuras discapacitantes que les obligan a ser dependientes de o interactuar con, de manera indigna e injusta.