Con amargura, comparto mi historia, que por desgracia es extremadamente difícil. He sido víctima de una estafa financiera por parte de una institución no bancaria que me ha causado graves perjuicios. Durante los últimos tres años, he estado luchando con los pagos, y después de perder recientemente mi trabajo, la situación se ha vuelto insoportable. El embargo de mis cuentas es una realidad, y el miedo a perder mi piso hipotecado me persigue constantemente.

Actualmente, estoy trabajando con un bufete de abogados que me está ayudando gratuitamente con un caso para reducir mis pagos. A pesar de mis esfuerzos, he sido incapaz de encontrar un empleo estable, y los bancos no esperan. Sé que no es su responsabilidad pagar por mí, pero les pido ayuda. Puedo aportar el contrato hipotecario en cualquier momento para demostrar que no me lo estoy inventando ni miento para conseguir dinero. Cualquier pequeña cantidad puede marcar la diferencia y ayudarme a salvar no sólo mi apartamento, sino también a mí misma.

Gracias de todo corazón por cualquier apoyo. Vuestra amabilidad me daría esperanza en este oscuro momento. Estemos unidos y ayudémonos mutuamente.