La pastora Dorothée Rajiah es la pastora principal de la iglesia pionera en Francia: Paris Centre Chrétien. A través de esta iglesia, decenas de miles de almas han sido salvadas para Cristo, miles de hombres y mujeres de Dios han sido formados y se han levantado ministerios.

Creemos firmemente que Dios tiene un plan para Francia, un plan que ya conocemos: "Id y haced discípulos a todas las naciones".

Jesús quiere que Francia se llene de sus discípulos

Para lograrlo, nuestra visión es clara

1. Amar a Dios
2. Amar a las personas
3. Amar a las personas hasta hacer de ellas discípulos
4. Llegar a Francia
5. Cambiar el mundo

¡La gente necesita tanto a Jesús! Él es la única respuesta a todos los males de la humanidad.

Dorothée Rajiah es la pastora principal de la iglesia Centre Chrétien de París.

A la edad de 7 años, entregó su vida a Jesús y muy pronto, Dios comenzó a hablarle y a revelársele personalmente, en particular a la edad de 11 años, a través de una extraordinaria experiencia en el Cielo y luego, unos años más tarde, a través de una sorprendente visión del Infierno que la prepararía para la llamada de Dios en su vida.

A los 20 años, Dios puso patas arriba todos sus planes y, contra todo pronóstico, la llamó a predicar y a defenderle. Unos años más tarde, Dios la condujo sobrenaturalmente hasta su marido, el pastor Selvaraj Rajiah. Los dos formaron un equipo ganador y unido en el ministerio durante más de 18 años, hasta la repentina partida de él a su patria celestial. En el momento de su partida, pronunció una última palabra profética: "Dios quiere construirse una casa en Francia".

6 meses después de su partida, en medio de uno de los períodos más difíciles de la vida de la pastora Dorothée, Dios le habló claramente de construir su iglesia. Ella dice: "¿No es ésa la manera que tiene Dios de venir a buscarnos y llamarnos cuando le necesitamos?

y llamarnos cuando nos sentimos incapaces de hacerlo. Pero es cuando estamos al límite de nuestras fuerzas cuando Dios toma las riendas y nos llama a levantarnos como valientes héroes.

Hoy esa llamada se hace realidad. De forma milagrosa, Dios nos ha llevado a construirle una casa de oración, un lugar donde su presencia será la regla, un centro neurálgico para el Renacimiento en Francia.

Será algo más que una iglesia: será el centro de todos los cristianos de París, de Francia y de todo el mundo francófono.

Para hacer realidad este sueño de construir una iglesia que acoja a nuestros miembros, apelamos a su gran generosidad para que nos ayude con una contribución mensual o un donativo único.

Les damos las gracias por todo y ¡que Dios les bendiga abundantemente!